Uno de los aspectos más notables de la cultura local es el sentido de comunidad y solidaridad. A lo largo de su historia, los habitantes de Barranca han trabajado juntos para enfrentar desafíos, ya sea en la agricultura, en momentos de crisis políticas o en la construcción de infraestructura comunitaria. Las juntas de vecinos juegan un papel importante en la organización de eventos y en la toma de decisiones colectivas, manteniendo un sentido de pertenencia entre los residentes.
Las fiestas patronales son una parte integral de la vida en el distrito, donde la música, el baile y la gastronomía local se entrelazan para celebrar la identidad barranquera. La música típica dominicana, como el merengue y la bachata, es central en estas festividades, donde las familias se reúnen para bailar y compartir platos tradicionales como el sancocho y la bandera dominicana (arroz, habichuelas y carne).
La religión también juega un papel fundamental en la vida cotidiana, con una fuerte influencia del catolicismo. Las iglesias locales son puntos de encuentro importantes, y eventos como procesiones y celebraciones religiosas contribuyen a mantener la cohesión social.
Finalmente, la cultura de Barranca está marcada por un profundo respeto por la tierra y el medio ambiente. La agricultura no solo es un motor económico, sino también una parte central de la identidad cultural de la comunidad, donde generaciones de familias han trabajado y prosperado en sus campos. Este vínculo con la tierra ha generado una cultura de sostenibilidad y respeto por los recursos naturales, reflejada en las prácticas agrícolas y en el cuidado del entorno.